El edificio fue construido en el S. XVII y perteneció al Gremio de la Seda. Esta corporación era encargada de manufacturar la seda y fue de gran importancia en Écija, como se puede observar en el valor arquitectónico y decorativo que tiene la fachada del inmueble.
La rehabilitación realizada fue en el interior del edificio pero el gran trabajo fue realizado en fachada, que estaba en un estado de deterioro avanzado, especialmente la decoración pictórica.
Las características de la fachada son similares a la de los edificios colindantes de la Plaza del Salón, con miradores compuestos por arcos abiertos sobre columnas. Las pinturas de los guardapolvos de la cornisa y los balcones, es lo que más destaca en la portada, compuestas por elementos florales y otros motivos vegetales.